viernes, 12 de julio de 2013

La moral y la rehabilitación entran en debate

La moral y la rehabilitación entran en debate
Por:  Guillermo Alexander Gil Sayer
Coordinador Departamental CCCM
Quiero inciar esta reflexión con este artículo que encontré en una de tantas páginas sobre el tema de discapacidad pero que no responde a la realidad de las victimas de mina en Colombia.
Los discapacitados pueden tener una vida sexual sana
Puebla, Puebla.- Este jueves, en el marco de la “Primera Feria de Integración para Personas con Discapacidad”, organizado por el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) y el Gobierno del Estado de Puebla, continúo el ciclo de conferencias, enfocado a orientar sobre diversos temas a personas discapacitadas y no.
En esta ocasión, el Doctor, Fausto Fernández Ruíz, abordó el tema denominado “Educación Sexual y Discapacidad”, donde habló de los prejuicios y la falsa percepción que la sociedad tiene en torno a la sexualidad de las personas con discapacidad.
Fernández Ruíz aseguró que las personas con discapacidad no son asexuadas, tienen impulsos, deseo sexuales, también se interesan en las relaciones sexuales y en su mayoría puede tener relaciones sexuales.
Además, señaló que quienes piensan que todos los discapacitados sexuales tienen impulsos sexuales incontrolables, están en un error, tampoco es cierto que las personas discapacitadas pueden tener hijos enfermos y que las personas normales no se pueden interesar por alguna persona con discapacidad.
“Cualquier persona sana, cualquier persona normal que tiene una enfermedad ve alterada su sexualidad, un dolor de cabeza, una diarrea, una gripe, cualquier enfermedad común o crónica afecta nuestras relaciones sexuales”, dijo.
Incluso, recordó que las preguntas frecuentes entre las personas con discapacidad son las siguientes: seguiré teniendo vida sexual, mi pareja está dispuesta a colaborar, tendré necesidades sexuales.
El especialista en educación sexual, aseveró que los desórdenes físicos y la presencia de cualquier enfermedad afectan a la sexualidad, pero no implican el fin de la misma, “existen todas las posibilidades de que las personas con discapacidad tengan una vida sexual sana y satisfactoria, ya que todos los seres humanos tenemos derecho a la expresión e intimidad sexual”
Al leer este artículo en el día de hoy quiero compartir con ustedes que a lo largo de estos 12 años de trabajar con víctimas de minas, he visto que algunos pacientes perdieron sus hogares, no tienen parejas estables y los perjuicios de una sociedad que los considera inútiles los discrimina, siendo así más difícil que puedan conseguir una pareja duradera, sumando a ello que estos campesinos nunca tuvieron educación sexual.  Realmente no es fácil para una victima de mina tener una vida sexual a plenitud cuando ha perdido sus dos piernas, este era el caso de Jesús Armando Becerra (Q.E.P.D) quien murió el pasado lunes a causa de una falla sistémica y a quien recuerdo con afecto pues era el primero que abría la discusión en donde la moral y la rehabilitación se juntan,  pues durante varios meses que permanecía en la granja de Victimas de mina decía que para él era mejor ir a una residencia en el centro de Bucaramanga, pues podía acceder a un servicio que no le ofrecía la Granja de Rehabilitación de Víctimas de Mina y era la posibilidad de tener sexo con trabajadoras sexuales.  Algunas prestaban sus servicios por lástima y otras por solo dinero sin importarles su estado.  Jesús era un paciente extraordinario pues me enseñó que a pesar de todas las enfermedades juntas y las calamidades él se mantenía firme en la oración y su fe se fortalecía.  A este paciente que perdió una pierna en una mina, años después perdió su otra pierna por la diabetes, se le había partido su protesis en el HUS-ESE y una varilla se le enterró en uno de sus glúteos generando infección, lo que ocasionó una colostomía.  Constantemente se hinchaba porque retenía liquidos y se sentía a estallar.  Su corazón empezó a fallar y contribuimos a alargar su vida el año pasado con tutelas y un desacato contra Emdisalud para que le realizaran un cateterismo.  Nunca habíamos tenido un paciente tan complejo.  Nuestra tarea iba más allá del diagnóstico del accidente por mina, pues aprendimos que la rehabilitación era integral.  De qué serviría que le ayudaramos a que consiguiera una prótesis para su pierna afectada por una mina si no tenía la prótesis para su otra pierna amputada por diabetes.  Sin embargo, dejó sembrado el comienzo de un debate que debe darse cuando hablamos de Rehabilitación Integral ahora que el gobierno está interesado en protocolos de rehabilitación
Algunas victimas de mina deben pagar para tener sexo en Bucaramanga durante su largo proceso de rehabilitación.  Afortunadamente Jesús Armando Becerra nos deja una lección y que nos debe cuestionar sobre el servicio de rehabilitación que ofrece el sistema de salud.  Tal vez en unos años sea POSS o No Poss o tengamos que irnos a una tutela para lograr ese derecho.
Si los médicos pueden regular y formular la dosis personal para que los drogadictos puedan seguir consumiendo en lugares apropiados para tal fin sin riesgo a contagiarse del VIH y con dosis de alta calidad.  Por qué no pensar en un centro de atención para victimas discapacitadas que posibilite el tener sexo en las mejores condiciones que la de estar buscando en las calles a trabajadoras sexuales.
Es posible que nuestros legisladores discutan sobre moral y rehabilitación sin rasgarse las vestiduras y poder tener una avanzada legislación que beneficie a los discapacitados de manera integral.
Será una oportunidad para otras víctimas de mina sin manos y ciegas que vivan en la granja en Girón-Santander pueda tener sexo con trabajadoras sexuales envidas por el Ministerio de Protección Social en condiciones dignas.
Contactos:  santander@colombiasinminas.org  Cel: 3142542419

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