domingo, 25 de septiembre de 2011

Los milagros se palpan a diario…..

Desde que declaramos que el Proyecto de la Granja estaba en manos de Dios, nos hemos podido dar cuenta que los milagros si existen y que en todo lo que hacemos en beneficio de los sobreviviventes de minas  tienen un halo de protección.
En la madrugada del 20 de diciembre del 2010 no dejaba de llover, se cumplían dos días en donde la lluvia no amainaba en toda la ciudad , a eso de las 5:30ª.m,  una voz gritaba a mi oído Levántate!  La  granja está en peligro.  Quede frío no solo porque era tan real la voz que me hablaba sino por lo que vaticinaba.  Me imagine un desbordamiento de la quebrada La Iglesia.  En fin decidí  levantarme y arreglarme para bajar a la granja.  No alcance a salir del baño cuando uno de los sobrevivientes llamaba al celular… “Don Guilermo:  tuvimos un deslizamiento de tierra, roca y un árbol en la granja”.  Yo, le preguntaba a Jhon Fredy:  ¿Todos están bien? Y el me decía que “Sí”.  Por Dios…toda obra que está en manos de Dios tienen sus Ángeles.  Y ese mensaje fue claro y contundente…Dios protege su obra y a los desvalidos.
Cuando llegué vi el desastre, un tanque del agua recién instalado por la Cruz Roja Internacional se había vaciado pues la tubería se había afectado por el derrumbe, el árbol arrastrado por el lodo y las piedras.  Las victimas de mina que habitaban para esa fecha la granja con sus acompañantes  11 en total, temerosas por lo que podría pasar si llegase a llover decidimos que aquellos que no tenían capacidad de reacción fueran los primeros en salir de la granja, las mujeres de mayor edad, los amputados bilaterales y uno con amputación a la altura de la cadera, al igual que el sobreviviente invidente y sin manos, en total 6 fueron desalojadas por la Cruz Roja Colombiana a un hogar de paso en Bucaramanga.  Los demás se replegaron a uno de los cuartos de la casa y a la vivienda de 2x2metros construida para los niños de los sobrevivientes de minas y que nos visitan. Días después, luego que ceso la lluvia y el peligro pasó, todos  regresaron.

Navidad también para las Victimas…
Es costumbre nuestra realizar la novena de navidad en la granja, invitando a las personas que durante el año aportaron con su tiempo, recursos y gestión, a ellas les asignamos un día de la novena y compartimos con los sobrevivientes de mina antipersona.  Se acercaba navidad, la tristeza inundaba mi corazón pues no tenía los recursos para darles un obsequio a cada una de los sobrevivientes que iban a pasar con nosotros la navidad en la granja.  Llame a Enrique, el  sobreviviente que se quedó a mi lado para apoyar mi labor desde hace 2 años en la granja, y le comenté que esta vez no tenía recursos para tener un detalle con todos.  Tan solo podía tener un presente con la niña de 4 años a quien cada vez que yo llegaba a la granja corría a mi lado para que la alzara y me decía “Papá” y  le había prometido un celular a Enrique  y le iba a dar el mío.  Tan solo ellos dos recibirían regalo.  En ese instante colgué y una llamada ingreso a mi celular, era Duyer del CICR, el cual me comunicaba que le enviara el listado de tallas de zapatos, camisa, pantalón de cada sobreviviente de mina que estaba en la granja.  La alegría nuevamente llegó a mi corazón…los sobrevivientes tendrían una muda de ropa para estrenar.  Inmediatamente encendí mi PC para elaborar el listado y enviarlo a su correo.  En la tarde estaba escogiendo cada prenda para cada uno de los sobrevivientes:  Tennis PUMA, camisas deportivas LACOST, jeans de marca para los hombres y ropa de mujer al igual que sandalias, toda nueva.  Definitivamente Dios viste a los que no tienen con las mejores ropas.  Llegue a la granja con una gran bolsa de color negro y a manera de Papá Noel gritaba HO HO HO Feliz  Navidad!  No podía contener las lagrimas…Dios es nuestro Mayor Proveedor.

A la vuelta de la Esquina esta la respuesta a tus súplicas.
Omar una victima de mina anti persona necesitaba un zapato talla 39, la necesidad era que para el poder ir al baño en la mañana tenía que saltar en un solo pie…y era necesario un zapato que no se deslizara fácilmente pues en chancletas es muy difícil para ellos saltar.  Una víctima de mina explicaba que en la mañana todos parecían Canguros, pues tenían que salir de sus cuartos saltando al baño uno por uno.
Yo le prometí que le conseguiría el zapato, pero la preocupación iba más allá pues era viernes y no tenía para el mercado de la semana en la granja.  Le dije a mi esposa que la situación era crítica, no tenía como hacer el mercado de plaza, carne y grano, situación que hizo que en mi interior le pidiera a Dios por esa necesidad para brindar alimentación a otros. En la tarde  Me fui a Supercalzado, un almacen del centro de la ciudad, seguro de conseguir el zapato talla 39.  Al llegar al almacén, pregunte por un joven estudiante, alumno mío del Virrey.  El hermano me dijo que no estaba.  Yo realmente visitaba la tienda en la década del 90, allí comprábamos el uniforme del colegio, cuando trabajaba allí y había descuento por comprar otras prendas.  Pensé en que él me podía colaborar, pero no se encontraba.  El hermano me dijo y para que sería:  Yo le comenté que tenía una granja para victimas de mina y que solo necesitaba un zapato talla 39, el llamo a una de las vendedoras del lugar y mando traer un zapato.  Pero éste era talla 38… sin embargo yo lo recibí. 
Al salir del almacén, me decía a mí mismo.  Vengo por un 39 y salgo con un 38.  Pareciera que la oración no fuera efectiva.  Al voltear la esquina…alguien llamaba:  “Don Guillermo…Don Guillermo” al volverme a ver quien llamaba de manera insistente, se acercó Diosenel, un padre de dos menores victimas de mina antipersona, que se benefició de la granja el año pasado durante 7 meses y me dijo: “Estabamos pensando en usted y queremos entregarle este dinero en gratitud, por todo lo que ha hecho por mi familia”  Realmente no podía contener las lagrimas…Dios había escuchado mis ruegos…la ayuda llegaba de la mano de los sobrevivientes de mina antipersona”  Yo les comenté lo que me había ocurrido y la respuesta que Dios me daba a través de ellos.  La Familia se reunió cerca a la esquina y me dio las gracias por el apoyo que les había dado.  Llegue a donde mi esposa y le comente lo ocurrido…los ojos se nos aguaron a los dos. Dios nunca nos abandona y menos a quienes lo han dado todo por una causa humanitaria.

Los Milagros se palpan a diario

Desde hace cuatro años vivimos una experiencia de Dios, que transformó nuestras vidas y nos abrio el camino a un mundo espiritual, en donde ahora somos mejores seres humanos camino a la santidad.  La Alegria del Servir y de compartir con los más necesitados a través de un Proyecto de Granja Autosostenible para la Rehabilitación de Victimas de Mina Antipersona y Munición sin Explotar en Girón -Santander