La moral y la rehabilitación entran en
debate
Por: Guillermo Alexander Gil Sayer
Coordinador
Departamental CCCM
Quiero inciar esta reflexión con este artículo
que encontré en una de tantas páginas sobre el tema de discapacidad pero que no
responde a la realidad de las victimas de mina en Colombia.
Los discapacitados pueden tener una vida sexual sana
Puebla, Puebla.- Este jueves, en el marco de la “Primera Feria de
Integración para Personas con Discapacidad”, organizado por el Centro de
Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) y el Gobierno del Estado de Puebla,
continúo el ciclo de conferencias, enfocado a orientar sobre diversos temas a
personas discapacitadas y no.
En esta ocasión, el Doctor, Fausto Fernández Ruíz, abordó el tema
denominado “Educación Sexual y Discapacidad”, donde habló de los prejuicios y
la falsa percepción que la sociedad tiene en torno a la sexualidad de las
personas con discapacidad.
Fernández Ruíz aseguró que las personas con discapacidad no son
asexuadas, tienen impulsos, deseo sexuales, también se interesan en las
relaciones sexuales y en su mayoría puede tener relaciones sexuales.
Además, señaló que quienes piensan que todos los discapacitados sexuales
tienen impulsos sexuales incontrolables, están en un error, tampoco es cierto
que las personas discapacitadas pueden tener hijos enfermos y que las personas
normales no se pueden interesar por alguna persona con discapacidad.
“Cualquier persona sana, cualquier persona normal que tiene una
enfermedad ve alterada su sexualidad, un dolor de cabeza, una diarrea, una
gripe, cualquier enfermedad común o crónica afecta nuestras relaciones
sexuales”, dijo.
Incluso, recordó que las preguntas frecuentes entre las personas con
discapacidad son las siguientes: seguiré teniendo vida sexual, mi pareja está
dispuesta a colaborar, tendré necesidades sexuales.
El especialista en educación sexual, aseveró que los desórdenes físicos
y la presencia de cualquier enfermedad afectan a la sexualidad, pero no
implican el fin de la misma, “existen todas las posibilidades de que las
personas con discapacidad tengan una vida sexual sana y satisfactoria, ya que
todos los seres humanos tenemos derecho a la expresión e intimidad sexual”
Al leer este artículo en el día de hoy quiero compartir con
ustedes que a lo largo de estos 12 años de trabajar con víctimas de minas, he
visto que algunos pacientes perdieron sus hogares, no tienen parejas estables y
los perjuicios de una sociedad que los considera inútiles los discrimina,
siendo así más difícil que puedan conseguir una pareja duradera, sumando a ello
que estos campesinos nunca tuvieron educación sexual. Realmente no es fácil para una victima de
mina tener una vida sexual a plenitud cuando ha perdido sus dos piernas, este
era el caso de Jesús Armando Becerra (Q.E.P.D) quien murió el pasado lunes a
causa de una falla sistémica y a quien recuerdo con afecto pues era el primero
que abría la discusión en donde la moral y la rehabilitación se juntan, pues durante varios meses que permanecía en
la granja de Victimas de mina decía que para él era mejor ir a una residencia
en el centro de Bucaramanga, pues podía acceder a un servicio que no le ofrecía
la Granja de Rehabilitación de Víctimas de Mina y era la posibilidad de tener
sexo con trabajadoras sexuales. Algunas
prestaban sus servicios por lástima y otras por solo dinero sin importarles su
estado. Jesús era un paciente
extraordinario pues me enseñó que a pesar de todas las enfermedades juntas y
las calamidades él se mantenía firme en la oración y su fe se fortalecía. A este paciente que perdió una pierna en una
mina, años después perdió su otra pierna por la diabetes, se le había partido
su protesis en el HUS-ESE y una varilla se le enterró en uno de sus glúteos
generando infección, lo que ocasionó una colostomía. Constantemente se hinchaba porque retenía
liquidos y se sentía a estallar. Su
corazón empezó a fallar y contribuimos a alargar su vida el año pasado con
tutelas y un desacato contra Emdisalud para que le realizaran un
cateterismo. Nunca habíamos tenido un
paciente tan complejo. Nuestra tarea iba
más allá del diagnóstico del accidente por mina, pues aprendimos que la
rehabilitación era integral. De qué
serviría que le ayudaramos a que consiguiera una prótesis para su pierna
afectada por una mina si no tenía la prótesis para su otra pierna amputada por
diabetes. Sin embargo, dejó sembrado el
comienzo de un debate que debe darse cuando hablamos de Rehabilitación Integral
ahora que el gobierno está interesado en protocolos de rehabilitación
Algunas victimas de mina deben pagar para tener sexo en
Bucaramanga durante su largo proceso de rehabilitación. Afortunadamente Jesús Armando Becerra nos
deja una lección y que nos debe cuestionar sobre el servicio de rehabilitación que
ofrece el sistema de salud. Tal vez en
unos años sea POSS o No Poss o tengamos que irnos a una tutela para lograr ese
derecho.
Si los médicos pueden regular y formular la dosis personal
para que los drogadictos puedan seguir consumiendo en lugares apropiados para
tal fin sin riesgo a contagiarse del VIH y con dosis de alta calidad. Por qué no pensar en un centro de atención
para victimas discapacitadas que posibilite el tener sexo en las mejores
condiciones que la de estar buscando en las calles a trabajadoras sexuales.
Es posible que nuestros legisladores discutan sobre moral y
rehabilitación sin rasgarse las vestiduras y poder tener una avanzada
legislación que beneficie a los discapacitados de manera integral.
Será una oportunidad para otras víctimas de mina sin manos y
ciegas que vivan en la granja en Girón-Santander pueda tener sexo con
trabajadoras sexuales envidas por el Ministerio de Protección Social en
condiciones dignas.