Hoy fui ayudante del ortopedista para quitar el tutor de Isidoro Cepeda Ramírez. Realmente fue una experiencia algo inquietante. Como hacer mi trabajo para no infringir dolor? Cómo quitar esos tornillos con esa llave sin hacer presión en alguno de sus clavos? A veces sentía que estaba desclavando a Jesús en la Cruz, no se si me dolía más a mí o al sobreviviente de mina antipersona. De Isidoro no se escucho palabra alguna, pero su rostro y sus ojos lo decían todo.
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El dolor y el sufrimiento no paran. Isidoro ya desesperado con ese tutor que lo acompaño casi 4 meses deseaba que se lo retiraran. No quizo con ninguna anestesia o en sala de cirugía, sino allí mismo a "palo seco".
Retirados cada uno de los clavos la sangre empezó a salir. Pero la satisfacción de ser liberado de ese tutor lo compensaba todo.
Dios coloco en tus manos esta experiencia vivida en el día de hoy en donde me llevaste a desclavarte de la cruz.
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